sábado, 29 de abril de 2017

¡Ven a mí!




¡Ven a mí!
que quiero ser tu droga más perversa,
tentando oscuros tus pensamientos,
pervirtiéndote con mi lengua lasciva
recorriendo tu cuerpo de norte a sur,
para hacerte sentir el vértigo
desbocado entre tus sueños.



¡Ven a mí!
que quiero que poses el ardor de tus palabras,
entre el rojo fuego de mis labios,
para beber de la espuma carnal de mi deseo.





¡Ven a mí!
que quiero que conduzcas tus manos,
estrellándolas por el sendero de mi cuerpo,
para hacer chirriar el delirio en mi piel





¡Ven a mí!
que quiero sentir la aeronave de tu boca,
aterrizando entre las montañas de mis pechos,
que claman deseosos implorando tus labios,
gritando erectas entre rejas mis perlas de gozo.





¡Ven a mí!
que quiero que abras mis piernas,
para posarte en el centro de mi valle,
y galoparme feroz como salvaje en celo,
hasta desembocar en las mareas
de mi océano desbordado.





¡Ven a mí!
que quiero que me penetres hondo,
y arranques de mi garganta el último gemido,
hasta ser óxido licuado en la pradera de mi boca.




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miércoles, 26 de abril de 2017

"El reencuentro": Historias del Mara-Verso (Relato juevero)



Atalanta, no se encontraba bien emocionalmente, su mente no dejaba de  divagar, día y noche, galopando entre recuerdos, añorando a Duality, desde aquel encuentro tan apasionado que tuvieron las dos hace un año en el Parador, el cual fue testigo de tanta lujuria carnal, en la que sus pieles y cuerpos ardieron entre las llamas del infierno, y sus almas se fusionaron hasta el mismo cielo alcanzando el paraíso.




Atalanta, era una destacada escultora, admirada por su talento, una mujer decidida, desinhibida, atractiva, seductora, tenía bastantes cosas en común con Duality, quién era igualmente, desinhibida, atractiva, aunque ésta última con una seducción más felina. 








Atalanta y Duality, siempre fueron aliadas, pero nunca lo había sido tanto como aquel día que fueron uña y carne en una loca noche apasionada. Tanto fue así que desde entonces la atracción hacia Duality se había convertido en una obsesión para Atalanta, dándose cuenta de que no podía estar sin ella ni un día más, necesitaba volver a tener otro encuentro con ella... sentir su cuerpo... sus besos... beber de su boca... por lo que... decidió ir a verla...




Fue un viaje inesperado y por sorpresa, tanto que cuando Duality vio a Atalanta se quedó muda porque no esperaba su visita, y al mirarse fijamente a los ojos su pupilas se dilataron entre destellos de luz al verla, porque aún seguía sintiendo también atracción por ella, a pesar de estar en un romance con Héctor, quién allí se encontraba  en ese momento.




Atalanta y Duality hablaron animadamente de todos los acontecimientos ocurridos durante todo un año que no sabían nada la una de la otra. Héctor las escuchaba detenidamente, aunque también participaba en la conversación. Después de varias horas charlando, Duality, se fue a preparar a la cocina un menú especial para los tres...





Mientras tanto, Héctor se quedó con Atalanta, a quién propuso le acompañase a preparar la mesa, con lo cual, ella, encantada, aceptó, y los dos, con todo detalle, pusieron el mantel, las copas, los platos, el vino de alta calidad, incluyendo flores y velas...




Y en una velada de lo más íntima, los tres rieron, charlaron, incluso, bebieron más de la cuenta, y a partir de ahí es cuando en verdad comenzó el juego de la seducción entre ellos... Duality empezó a quitarse las prendas interiores, invitando a Atalanta a hacer lo mismo...



Atalanta, aceptó encantada, se fue quitando la ropa hasta quedarse en tanga, medias y sujetador, dejando entrever sus voluptuosos pechos y su esbelto y escultural cuerpo, siendo observada por Héctor quién intentaba retener su imagen en la memoria de su mente para así poder dibujar algún día su esbelto cuerpo de atleta quedando impresionado de su belleza...





Atalanta se acercó a Duality porque no resistía más, necesitaba sentirla... tocar su cuerpo... tenía tanta hambre y sed de ella... por lo que, comenzó a acariciarla y a besarla...




Héctor, que estaba muy excitado, seguía mirando a las dos, sin quitar los ojos a Atalanta, al verla tan hambrienta acariciándola con tanta pasión a su amante Duality. A Héctor le temblaban las manos que pedían a gritos tocar sus pieles... sobre todo descubrir las rutas del cuerpo de Atalanta... quién había provocado su más fiero instinto deseo carnal...





Y la lengua de víbora de Atalanta reptaba por el cuerpo de Duality... recorriendo cada recoveco... envenenando su sangre... y las manos ásperas erosionaban su piel felina... entre gemidos estallidos... desde su garganta hasta el lenguaje expresivo del universo de su cuerpo...




Y sus bocas se deshacían entre mares ensalivadas... bebiendo el gozo licuado del sudor de los poros... succionando latido a latido...






Ambas relamían el rojo carmín de sus sonrisas... se devoraban los labios entre quejidos suspirados... se bebían a sorbos la saliva espumosa... 






Héctor estaba muy excitado y sentía mucha hambre al ver a ambas cómo gozaban las dos, no podía aguantar más, y pidió a su amante felina que se acercara a beber del manantial de su fuente hasta emborracharse de la savia del placer...



Y excitada como estaba Duality, así hizo, acudió a su llamado como una gata en celo... succionaba y bebía de su erecta hombría... follando su boca hasta lo más hondo de su garganta...



Atalanta, que estaba muy excitada y exaltada porque había bebido demasiado alcohol, les observaba con gula, y como ella era una mujer de armas tomar, muy seductora, comenzó a jugar a provocarlos a ambos... Héctor se sintió tentado bajo su influjo carnal...



Y ahora Héctor deseaba follar a Atalanta hasta lo más profundo de las entrañas, mezclando los jugos de Duality y del alcohol, por lo que se llevó a Atalanta a la ventana, y como un salvaje lujurioso endemoniado y desbocado comenzó a empotrarla con fuerza por detrás como nunca jamás había sido fornicada Atalanta que se sujetaba entre cristales hasta ser derramada entre las mieles del gozo...



Así es como las dos cayeron rendidas al placer en aquella noche mágica apasionada en la que los tres se vieron blasfemando en el pecado, entre varias bocas y manos, como animales hambrientos devorándose la piel y la vida.

En este nuevo reencuentro con Duality... Atalanta fumó de gozo con humo de gloria divina... en esa noche apasionada entre placeres distintos con Duality y Héctor... con quiénes se emborrachó de pasión y lujuria... bailando con ellos el tango de la vida... y a los que a partir de ahora jamás podrá olvidar ni en sueños...



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Más relatos jueveros sobre Historias del Mara-Verso en el blog de El Demiurgo de Hurlingham.





Especial dedicado a El Demiurgo de Hurlingham:



Quién ha sido el que se ha encargado de proponer el tema del relato juevero, a quién felicito por haber sido el anfitrión de esta semana, y a su vez, quiero  agradecerle porque fue él quién me animó a subirme al tren de este viaje del mundo de los relatos jueveros desde hace algo más de un año, y tengo que decir que estoy muy contenta, porque está siendo para mí una grata experiencia literaria muy creativa, aunque os ruego que tengáis paciencia conmigo porque aún soy aprendiz, y me queda muchísimo todavía que aprender.

Comparto con todos vosotros, para que conozcáis los bonitos dibujos creados por Demiurgo para sus historietas, y tengo que deciros que en verdad parece tuvieran vida propia porque ha sido imposible colocarlos como yo quería, ya que bailaban los dibujos, algo extraño pero a la vez mágico, pero así ha sido, aunque lo que importan son los dibujos, estén de un modo u otro. Espero os gusten.

Muchas gracias a todos, mis queridos amigos y amigas, y especialmente las gracias para el anfitrión, mi querido amigo, El Demiurgo de Hurlingham.

















domingo, 23 de abril de 2017

"Vuelo"




Y cuando te leo te siento, 
y con tus letras te presiento,
y sin conocerte te imagino.

Y me vibran tus palabras,
y me nutro con tus verbos, 
estremeciéndose mi palpitar.

Y enganchada me quedo,
en el lenguaje mudo de mis sueños,
meciéndome en el columpio de tus renglones.

vuelo... vuelo... vuelo... vuelo... vuelo...
alcanzando el paraíso,
y tú sin saberlo.



Podéis llevaros este regalo, si queréis, es para vosotros.



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jueves, 20 de abril de 2017

"Una fecha especial" (Relato juevero)



Alba no podía disimular su entusiasmo y felicidad, por los días futuros que se le avecinaban, estaba deseando que llegara el 27 de Abril, para ir a Finlandia porque se la presentaba un cambio radical en su vida, y es que, no solo tenía los billetes sacados desde hacía un mes, sino hasta las maletas ya preparadas.




Y para celebrar que sus proyectos se iban hacer realidad decidió invitar a sus amigos a una fiesta especial.




Aquella noche antes de la fiesta, Alba estaba algo nerviosa, no dejaba de mirarse al espejo y de probarse la ropa, porque quería estar más guapa y radiante que nunca, como si intuyera que fuese a ocurrir algo importante esa noche.





Así que comenzó a vestirse, se puso las medias negras, los zapatos de tacón de aguja, la ropa íntima... 





Y por fin, después de probarse varios vestidos, se decidió por uno negro de gasa que a ella la parecía le hacía más esbelta que ninguno para aquella ocasión tan especial... y ya arreglada se dirigió de camino hacia el lugar de la cita...




Alba entró en aquel lugar donde había quedado con sus amigos que allí la estaban esperando, era un lugar oscuro de ambiente cálido y con muchas velas, donde pasarían toda la noche celebrando su despedida y así entre entre risas y bromas, sin dejar de charlar, se fueron pasando las horas hasta que.. 






De pronto, apareció un hombre muy atractivo e interesante que pasaba por el lado de Alba, y ambos se clavaron las pupilas mirándose fijamente a los ojos.





Ese hombre era un caballero muy elegante con traje, y llevaba una copa en la mano.





Se sentó enfrente de Alba y los dos no dejaban de mirarse a los ojos, y además, él también la miraba descaradamente sus piernas que le resultaban muy atractivas.






Alba que se había sentido atraída por él desde el mismo momento en que apareció en aquel lugar, no dejaba de tentarle con sus piernas para provocarle.





Él no dejaba de mirarla y seguir con sus ojos el rastro de las piernas de Alba, para lo cual, ésta seguía provocándole cada vez más, tanto hasta llegar a abrirse de piernas mostrándole cómo chorreaba la humedad por su sexo y se deslizaban sus jugos por entre sus muslos.






Y entonces es, cuando hambrienta como una loba, Alba, empezó a masturbarse por debajo de la mesa sin que nadie más que él se diera cuenta por estar enfrente de ella.




El caballero al observarla, estaba muy excitado, tanto que su miembro erecto se marcaba por la bragueta del pantalón, al ver cómo Alba se masturbaba con tantas ganas y él sin quitarle ojo, veía cómo sus manos danzaban por entre su sexo, e introducía sus dedos en su vagina; él no dejaba de babear con su boca imaginando con ella escenas obscenas tanto que se dejaba ver cómo se lamía sus labios del hambre que tenía de ella.




Alba estaba muy excitada masturbándose y a la vez, mirando al distinguido caballero, tanto que sus jugos se escurrían por la braguita que estaba empapada y chorreaba su esencia por entre sus muslos, por lo que necesitaba ir al aseo, así que les dijo a sus amigos que volvería en unos instantes, para lo cual, se levantó dirigiéndose hacia los aseos, y él la siguió hasta acercarse a ella, poniéndola contra la pared, y exaltado la dijo:

- Me gustas mucho y quiero follarte ahora mismo hasta romperte de placer.





Alba estaba muy excitada y entre gemidos se dejó acariciar porque lo estaba deseando tanto o más que él, mientras que él la seguía metiendo mano, y Alba le respondió:

- Quiero que me forniques como nunca lo hayas hecho en tu vida.





Ella le dio la mano y juntos se dirigieron hacia el aseo pero en medio del camino, mientras subían las escaleras para dirigirse hacia allí, sus cuerpos no aguantaron más y se rindieron al placer ardiendo entre el deseo y las llamas, por lo que, allí mismo, sin pensar en nadie más que en ellos, en medio de las escaleras, cayeron atrapados entre las llamas del fuego apasionado de sus cuerpos, y empezaron a follarse como dos lobos hambrientos aullándose entre gemidos.

- Mmmmmm, decía ella mientras él la penetraba fuerte, quiero más... más fuerte... no pares... sigue así... así... mmmm qué rico... Mmmmmmm... ¡qué bien follas!...

El miembro erecto de él entraba... salía... salía... entraba... sacudiéndola con fuerza... empotrándola contra las escaleras, hasta que... Alba le pidió beber de su fuente para calmar también la sed de su boca...




Derramada su savia se la bebió hasta más allá de la garganta lamiendo el orgasmo del paraíso de su vida...





Aunque no hubo apenas palabras entre ambos, solamente el lenguaje de los cuerpos hambrientos, aquella noche había surgido la química entre dos desconocidos que necesitaban volver a verse para volver a sentirse.






- Ya es hora de presentarnos, dijo el caballero, me llamo Quique, ha sido un placer haberte conocido, nena, ¿para cuando nos volveremos a ver otra vez?

- Tienes razón, no nos hemos saludado aún, dijo entre risas jajajajaja, yo me llamo Alba; lo mismo digo, ha sido todo un gran placer haberte conocido de esta manera, y también a mí me gustaría volver a verte.





Aquella noche había sido especial para Alba, como así ella lo había presentido, y desde ese día, concretamente, el 20 de Abril, fue cuando en realidad su vida había cambiado por completo, conociendo a Quique, lo que ahora ella estaba en una encrucijada...¿descambiaría los billetes que la llevarían a Finlandia el día 27?



Más relatos sobre fechas especiales en el blog de ¿Y qué te cuento?




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